Los datos dicen lo contrario (y tu cerebro te engaña)
Si enciendes el telediario o abres Twitter, la conclusión parece obvia: el mundo está peor que nunca. Crisis, desigualdad, superpoblación y desastres. Sin embargo, el economista Xavier Sala-i-Martin tiene un mensaje radicalmente distinto, apoyado por datos incontestables: vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad.
En su conferencia "Al loro, que no estamos tan mal", Sala-i-Martin desmonta el pesimismo generalizado y explica por qué nuestro cerebro está programado para ignorar el progreso. Aquí te resumo las claves para entender por qué eres más rico y afortunado de lo que crees.
1. La parábola del ballenero Essex: El coste del miedo
La historia comienza en 1820 con el naufragio del Essex (el caso real que inspiró Moby Dick). Los supervivientes, flotando en medio del Pacífico, tuvieron que elegir entre ir a unas islas cercanas o emprender un viaje larguísimo hacia Sudamérica. Eligieron el viaje largo y murieron casi todos.
¿Por qué? Por miedo. Habían oído rumores (falsos) de que en las islas cercanas había caníbales.
Esta historia es la metáfora perfecta de nuestra sociedad actual: el miedo a peligros inexistentes o exagerados nos lleva a tomar decisiones pésimas. Creemos que el mundo es un lugar hostil ("lleno de caníbales"), cuando en realidad es más seguro que nunca.
2. El "Stick de Hockey" de la historia humana
Si dibujáramos una gráfica de la riqueza humana durante los últimos 10.000 años, veríamos una línea plana. Durante milenios, nuestros antepasados vivieron en la pobreza extrema, sin apenas crecimiento.
Pero, alrededor del año 1800 (Revolución Industrial), la línea se dispara verticalmente hacia arriba. Es lo que los economistas llaman el "stick de hockey". En un parpadeo histórico, la humanidad pasó de la miseria a la abundancia.
* En 1800: El 86% de la población mundial vivía en pobreza extrema.
* Hoy: Esa cifra ronda el 10%.
Nunca antes tanta gente había salido de la pobreza tan rápido.
3. Eres más rico de lo que dice el PIB
A veces sentimos que "el dinero no vale nada", pero Sala-i-Martin nos recuerda el valor de la tecnología. Imagina una mesa en 1990 llena de objetos: una enciclopedia completa, un equipo de música, una cámara de vídeo, un fax, un GPS, una calculadora científica... Todo eso costaba unos 30.000 euros de la época.
Hoy, tienes todo eso en tu bolsillo por 500 euros. Tu smartphone ha democratizado el acceso a herramientas que antes eran lujos. El PIB puede decir que el valor ha bajado (de 30.000 a 500), pero tu riqueza real y tu utilidad han aumentado exponencialmente.
4. El mito de la superpoblación infinita
Uno de los grandes miedos actuales es que "somos demasiados". Los datos muestran otra realidad:
* La mortalidad infantil ha caído en picado: Antes las familias tenían 6 hijos porque morían 4. Ahora sobreviven casi todos.
* La fertilidad se ajusta: Al sobrevivir los hijos y volverse más "costoso" educarlos en sociedades tecnológicas, la gente tiene menos hijos.
La ONU estima que la población no crecerá infinitamente. Se estabilizará alrededor de los 11.000 millones de personas y dejará de crecer. El crecimiento actual no es porque nazcan más niños (el número de bebés ya se ha frenado), sino porque los adultos vivimos más tiempo.
5. ¿Por qué sentimos que todo va mal? (El sesgo de negatividad)
Si los datos son tan buenos, ¿por qué somos tan pesimistas? La respuesta es biológica.
Tenemos un sesgo de negatividad. Evolutivamente, los humanos que sobrevivieron no fueron los optimistas que se acercaban a acariciar al león, sino los paranoicos que huían ante cualquier ruido. Estamos programados para detectar el peligro.
* Tenemos miedo a los tiburones (que matan a 9 personas al año).
* No tenemos miedo a conducir (donde mueren 1,3 millones al año).
Los medios de comunicación lo saben: "If it leads, it bleeds" (Si hay sangre, es portada). Una noticia positiva ("hoy millones de personas no murieron de hambre") nunca abrirá el telediario.
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