miércoles, 26 de noviembre de 2025

El ejército de los 100 monos digitales

En 2013, la firma Research Affiliates, liderada por el legendario inversor Rob Arnott, decidió acabar con las bromas y aplicar el rigor científico a la teoría del mono. No usaron animales reales. Usaron algoritmos.

​Crearon una simulación masiva conocida como "The Monkey Portfolio" (La Cartera del Mono). Lo que descubrieron no solo fue divertido, sino que sacudió los cimientos de la teoría moderna de carteras.

​Aquí te explicamos, con pelos y señales, cómo un ejército de 100 monos virtuales humilló a la industria financiera.

​1. El Experimento: Diseño de la Simulación

​Rob Arnott y su equipo no querían probar si un mono podía ganar. Querían saber si la aleatoriedad pura era sistemáticamente mejor que el juicio humano y que los índices tradicionales.

​Los Parámetros Técnicos

  • El Universo: Tomaron las 1.000 empresas más grandes de Estados Unidos por capitalización de mercado.
  • El Periodo: Analizaron los datos desde 1964 hasta 2012. Casi medio siglo de historia bursátil, incluyendo la crisis del petróleo, la burbuja puntocom y la crisis financiera de 2008.
  • El Método del Mono: Programaron un ordenador para seleccionar 30 acciones al azar de esas 1.000 disponibles.
  • La Repetición: No lo hicieron una vez. El ordenador generó 100 carteras diferentes (100 monos virtuales), repitiendo el proceso de selección aleatoria año tras año, rebalanceando anualmente.

​2. Los Resultados: Una Paliza Estadística

​Cuando el ordenador terminó de procesar 50 años de datos para las 100 carteras, los resultados fueron tan contundentes que muchos pensaron que había un error en el código.

​El dato que asustó a Wall Street: 98 de 100

​De las 100 carteras generadas totalmente al azar:

  • 98 monos batieron al índice de referencia (ponderado por capitalización, similar al S&P 500).
  • ​Solo 2 monos lo hicieron peor que el mercado.

​La Rentabilidad Extra (Alpha)

​No es que ganaran por poco.

  • ​La media de rentabilidad de los monos fue un 1,7% superior al año respecto al índice tradicional.
  • ​En el mundo del interés compuesto, un 1,7% extra anual durante 48 años es una diferencia astronómica en dinero acumulado.

​3. La Explicación Técnica: ¿Por qué son genios los monos?

​Aquí es donde entramos en la "carne" del asunto. ¿Cómo puede el azar ganar al orden? Rob Arnott explicó que el secreto no es que los monos sean listos, sino que los índices tradicionales son "tontos".

​Para entenderlo, hay que mirar dos conceptos clave: Ponderación por Capitalización vs. Ponderación Aleatoria.

​A. El Fallo del Índice Tradicional (S&P 500)

​Los índices que seguimos habitualmente (S&P 500, IBEX 35) están ponderados por capitalización bursátil.

  • La regla: Cuanto más sube el precio de una acción, más peso tiene en el índice.
  • El problema: Esto obliga al índice a comprar más de lo que ya está caro (burbujas) y menos de lo que está barato. Si una acción está sobrevalorada, el índice le da más importancia. Es una estrategia de "perseguir el éxito pasado".

​B. El Secreto del Mono: "Size" y "Value"

​Cuando el mono elige 30 acciones al azar, ignora el tamaño de la empresa. Tiene la misma probabilidad de elegir a Apple (gigante) que a una empresa de tornillos de Ohio (pequeña).

​Esto provoca que la cartera del mono, comparada con el S&P 500, tenga:

  1. Sesgo hacia Small Caps (Factor Tamaño): El mono compra muchas más empresas medianas y pequeñas que el índice. Históricamente, las empresas pequeñas crecen más rápido que las gigantes.
  2. Sesgo hacia Value (Factor Valor): Al no sobreponderar las acciones que se han disparado de precio (como hace el S&P 500), el mono tiende a comprar empresas "más baratas" o infravaloradas.

Conclusión Técnica: Los monos no ganaron por habilidad. Ganaron porque, al elegir al azar, rompieron el vínculo entre el precio de la acción y su peso en la cartera. Sin quererlo, los monos aplicaron una estrategia "Contra-corriente" (Contrarian), comprando lo que el mercado ignoraba y vendiendo lo que estaba de moda.

​4. La Letra Pequeña (Lo que nadie te cuenta)

​Si es tan fácil, ¿por qué no invierten todos como monos? Arnott fue honesto en su estudio y señaló los riesgos de esta estrategia:

  1. La Volatilidad: Las carteras de los monos eran mucho más volátiles. Al tener empresas más pequeñas, los vaivenes de precio eran más bruscos que los del S&P 500. (Más riesgo = Más rentabilidad potencial).
  2. Costes de Transacción: En la simulación de 2013 no se descontaron agresivamente los costes de compra-venta. Al rebalancear acciones pequeñas, los costes reales habrían sido más altos que invertir en un ETF del S&P 500.
  3. Dolor Emocional: Aunque a 48 años los monos ganaron, hubo periodos de 3 o 4 años donde perdieron mucho dinero frente al índice. Un inversor humano habría entrado en pánico y vendido; el mono digital no tiene sentimientos.

​5. La Lección Definitiva de 2013

​El estudio de Research Affiliates demostró que la mayor parte del éxito de los gestores "estrella" es mentira.

​Muchos gestores que dicen ser genios eligiendo acciones ("Stock Pickers") en realidad solo están teniendo suerte al exponerse a factores como Small Caps o Value. Si un mono ciego puede replicar tu rentabilidad simplemente tirando dados, entonces tu análisis de balances y tus reuniones con directivos no están aportando ningún valor real ("Alpha").


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