sábado, 13 de septiembre de 2025

Me copian no tengo la menor duda

Hace unos meses tuve que acudir al banco para firmar una documentación que me reclamaban desde hacía tiempo.

El empleado abrió en su ordenador mi cuenta y, de repente, su cara cambió. Al entrar me había recibido con la típica expresión en su cara de “otro marroncito más”, pero al abrir en su pantalla mi cuenta corriente su cara  pasó de la indiferencia al asombro.

Me soltó sin rodeos:
—¿Se te da bien la bolsa?

Yo, con prisa, le respondí:
—Por favor, dígame dónde tengo que firmar.

Pero insistió. Volvió al tema y empezó a hacerme la rosca como nadie me la había hecho en mis 47 años. Me confesó que él había dejado de invertir porque siempre perdía dinero… en realidad, me estaba pidiendo ayuda.

Le solté una frase corta y seca:
—Esto no está hecho para todo el mundo.

Firmé, me levanté y me fui.

Lo curioso es lo que ha pasado después: desde hace un tiempo, cuando entro en algún valor estrecho, poco líquido, al poco rato aparecen compras detrás de mí.

Pensad lo que queráis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario